Mirror kisser

Fue el mismo espejo el que condenó a Blancanieves a huir por su vida, estoy segura que la bruja del cuento no se puso muy contenta al escuchar que ella no era la más bonita del condado... Es que el problema no es el espejo, sino quien se refleja en él.
 Mirarse a uno mismo a través de sus propios ojos, complejo mecanismo el del bendito espejo. Eso sos, ni más ni menos de lo que ves. Pero... que es lo que ves cuando te enfrentas a lo que aparentas? En mi caso, yo no veo nada. Intento observar, hago el esfuerzo por descubrir que es lo que hay en mi propio espejo, siempre en vano. Frustrante ver que siempre mi reflejo se tiñe de gris, nada más indiferente que el color de la nada misma reflejada ante mis ojos. ¿Qué es lo que soy yo si ni siquiera conozco lo que reflejo?

Y así comenzó mi historia, casi como si estuviera ciega tuve que aprender a crear mi reflejo en base a lo que los demás veían de mí, necesitando de ese "alguien más" para pararme ante nada menos que mí misma, dependiendo siempre. Una se acostumbra incluso a las costumbres que están mal. Hicieron falta años para notarlo; que no necesariamente soy lo que los demás me cuenten, que ciertas cosas son imperceptibles ante algunos ojos incluso aunque estén presentes, que mirar y mirarse es más que conjugar un mismo verbo en distinto tiempo, que no sólo cuenta lo que refleja un espejo sino lo que se ve en tu propio corazón. Que sin darme cuenta me volvi ciega por no tener el coraje suficiente para afrontar algo que quizás no me gustaba, sin saber. Tuve miedo de conocerme, me daba pavor considerar incluso la posibilidad de que me tocara ser la bruja de la historia en vez de la damisela en problemas. Cumplir con lo que debemos ser muchas veces es más complicado que darse permiso para ser lo que uno simplemente es... y yo no soy damisela, yo misma fui siempre y siempre tuve reflejo, pero despistada como la brujita Tapita no me miraba en el espejo sino que me miraba en la pared.