Todo OK

Que bueno esto, ché. Es viernes a la noche y afuera está lloviendo como la concha de la lora, me inspira escuchar The Smiths y tomar café mientras leo alguna historieta nueva de alguna otra loca de turno o quizás mirar por tercera vez la película que quedó atrapada dentro de la lectora de mi no eficiente DVD. Empecé a trabajar así que renovamos las piletas, limpiar es una de las cosas que más me gusta hacer en la vida y definitivamente me tengo que considerar afortunada: estoy 8 horas al día encerrada con mi jefa, limpiando y encima me pagan.  Quién pudiera, no? Yo sé que me envidian un montón. Además estoy perfeccionando varias técnicas y me atrevería a decir que soy casi una experta limpiando vidrios. Lo disfruto, a  cada pasada del trapo de piso. No digo que la plata me sobra pero creanmé que me genera más placer el hecho de contribuir en la limpieza que el frívolo dinero recibido a cambio.
 Un montón de planes tenía para hoy, pero me di el gusto de rechazarlos a todos... quería quedarme en casa y descansar para levantarme fresquita mañana, tempranito, para ayudar en casa. Bocha de satisfacciones juntas. Admito que me tentaba la idea de ver a mis amigas, habiamos organizado una noche de charlas y café. Pero como dije antes, lo rechacé. No es que tenía pensado hacer alguna otra cosa, no. Solamente porque quería quedarme en casa, sola, como para disfrutar de mi soledad únicamente acompañada del sonido de mi heladera cuando empieza a enfriar. Hasta apagué el celular, no esperaba ningún mensaje así que tenerlo para gastar batería al pedo no me pareció una idea brillante.
Que bien, que bueno esto. Que bien que la estoy pasando. O sea, en serio, estoy tan feliz que no me alcanza la vida para sonreír tanto! Y nada, eso. Lo quería dejar asentado acá, como para que lo sepan. Ahora sí, ahora que ya lo saben me puedo ir a tirar del balcón tranquila, la felicidad que me invade es tanta pero tanta que tengo unas ganas de matarme que ni les cuento :)