20.6.10

Una gota, una pequeñisima molécula de agua puede ser el agente disparador del más furioso maremoto.
 No hace falta demasiados ingredientes para crear un verdadero desastre: Una propaganda, un estúpido comentario fuera de lugar -que para cualquier persona podría pasar inadvertido- y mi temperatura corporal superó los 200 ºC, tuve que hacer un esfuerzo bastante importante para no romperte la cara de un merecido golpe. No, no me molesta en lo absoluto tu aficion a las muñecas de Mattel ni tampoco me preocupa demasiado saber que yo me quedo en el sillon mientras vos asistís a tus clases de Reggaeton, si a los 40 me muero de colesterolemia o se me tapa una arteria por lo menos puedo decir que disfrute cada caloría no-quemada de mis tardes mirando televisión, que quede claro que el tema de la actividad física tampoco me quita el sueño. Lo que si me jode soberanamente las pelotas es tu afán por hacerme recordar a cada segundo momentos que pasaron, pasaron y no van a volver.
 Entonces si a vos te cabe la nostalgia te pido por favor que no intentes contagiarme porque para esos males yo ya estoy inmunizada.

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