12.10.09

Entrevista de trabajo.

Me bañé, me vestí con mi ropa de persona normal y me aseguré de ponerme ese perfume tan rico. No, no asistía a una cita... tenía una entrevista con mi posible nueva jefa.
-Tenés que ser MUY simpatica y asegurate de ir con una ropa... mm, vos sabés... que no sea muy llamativa ni nada; no te vistas como cuando salís... disfrazate de normal. BANG BANG las palabras de mi amiga se sintieron como un disparo directo a la cabeza, no sólo iba a someterme a ser una empleada, una esclava sometida a 9 horas de trabajo diario, sin francos ni feriados durante los mejores tres meses del año; sino que ahora iba a tener que vestirme de persona decente! NO, NO TENGO GANAS DE TRABAJAR... NO ME IMPORTA LA PLATA, NO QUIERO. De todas formas allí estaba a la hora pactada y dentro del pequeño local se encontraba ella: la persona que iba a privarme de mi libertad durante el próximo verano. Su nombre es Kashuko y viene de Indonesia, se cruza sus largas trenzas por encima de la cabeza y sus ojos desaparecen cuando se rie; parece ser una amable persona -Vení, pasá por acá y entramos en un cuartito muy desordenado donde me pidió dirección, DNI y otras yerbas.
-Bueno, no hace falta más nada... tengo muy buenas referencias tuyas así que te llamo para diciembre y probamos, te parece? AUH eso me dolió más todavía. Ya está, ya estoy más que jugada. Salí del local con resignación... voy a trabajar.
Media cuadra después lo pensé nuevamente y pensé en la real motivación: una lista larga larga de cosas que pienso comprarme con el salario: VALE LA PENA.

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